No es ajeno para nadie que el consumo de drogas y alcohol en adolescentes es un tema de preocupación general en todo establecimiento educacional y familia de cualquier estrato social, pero tampoco es extraño darnos cuenta de que generalmente el tema se queda sólo en eso, preocupación, y son pocas las personas que se ocupan realmente del tema.
Según las estadísticas dadas por los estudios de percepción del consumo de drogas y alcohol realizados año a año por el CONACE, la edad de inicio del consumo de drogas en nuestro país es a los 12 años, y esto es por que la etapa de la pubertad y la adolescencia es donde se comienza a experimentar en todo ámbito, también en el del consumo de drogas, y esto relativamente normal.
Lo que debe preocuparnos no es “la droga”, como si fuera un ente con vida propia, sino los aspectos de la personalidad de nuestros hijos que podrían conducirlo a convertirse en un futuro consumidor problemático de drogas, que como vemos, es diametralmente distinto. La postura que deben tener los padres para prevenir el consumo problemático de drogas en sus hijos es primeramente potenciar los factores protectores desde la edad pre-escolar. Llamamos factores protectores a toda aquella característica personal como por ejemplo: alta autoestima, descubrir y poner en práctica sus habilidades y talentos, saber manejar la presión de grupo y el stress, tener tolerancia a la frustración, realizar actividades durante el tiempo libre, tener un proyecto de vida claro, entre otros.
Veamos el siguiente ejemplo. Tenemos a dos jóvenes del 1ero medio, que estudian en el mismo colegio, y que inician consumo experimental de marihuana. El primero de ellos consumió algunas veces y lo dejó, el segundo continúa consumiendo cada vez con más frecuencia, haciendo de ello un hábito diario, hasta terminar su educación media con bajo rendimiento y sin expectativas claras de continuar sus estudios. Lo que hace la diferencia entre ambos no es “la droga”, pues es la misma sustancia en ambos casos, sino las características personales de cada uno, y son los padres quienes tienen la primera responsabilidad de potenciar esos factores durante su crecimiento: hacerles sentir que son queridos y apoyados, ayudarles a desarrollar sus habilidades, enseñarles a cuidarse a sí mismos y a tomar sus propias decisiones desde pequeños, ponerles reglas claras y sanciones cuando no las cumplan, aclarar que el consumo de drogas y alcohol no es permitido hasta la mayoría de edad, etc.
Con esto queremos decir que el trabajo de prevención del consumo de drogas comienza en casa, desde muy pequeños. Cuando ya tenemos el problema del joven consumidor no podemos “tirarle la pelota” a los profesores o a la comunidad ya que si bien todos somos responsables en cierta medida, los padres lo son aún más y es técnicamente muy difícil hacer un trabajo de intervención con jóvenes con problemas de consumo sin la ayuda de los padres. Probablemente más de alguien que lea esta nota tenga algún hijo o familiar en la situación del joven que siguió consumiendo y no sabe que hacer. Queremos invitarla a que se acerque a la oficina CONACE Previene de Llay Llay, en donde trabajamos el tema de la prevención del consumo de drogas. Lo más probable es que si su hijo está todavía asistiendo al colegio, esté en un nivel de consumo en el cual se puede intervenir haciendo un trabajo de prevención con la familia.
En el caso de los jóvenes que están en un nivel de consumo dependiente (generalmente estos jóvenes ya desertaron del colegio pues su único interés es consumir la droga), también los podemos ayudar derivándolo a un centro de rehabilitación, para lo cual necesitamos igualmente a la familia para motivarlo a tomar la decisión. Lo importante es que estamos aquí para darles una mano, y darles las herramientas para que ustedes mismos hagan un trabajo de prevención en sus casas y no tengan que enfrentarse mas adelante a un problema tan complejo como este. Los esperamos en calle Antonio Varas 15 (frente a la plaza) o llámenos al 373238.
Maricarmen Moreno
Coordinadora CONACE Previene
Llay Llay
